¿Maletas perdidas, dañadas o retrasadas?
26 millones de Maletas Perdidas, Dañadas o Retrasadas en aeropuertos.
El otro día, leyendo un artículo de la Vanguardia en el que se hablaba del tanto por ciento que habían disminuido en comparación a los años anteriores las reclamaciones por perdida o daños a los equipajes en los aeropuertos, y la “honda” satisfacción que sentían éstos junto con las compañías aéreas por éste tema. No pude más que fijarme en las cifras que dicho artículo exponía, un pequeño resumen seria el siguiente; “más de 26 millones de maletas perdidas, dañadas, retrasadas o robadas en un año a lo largo de 200 países” eso sí, añade inmediatamente después; “un 1,78% menos que el año anterior, a pesar de que el número de pasajeros aumentó un 4,5% “. Siguiendo con el artículo sobre dicho estudio; “...hubo 8,83 maletas mal gestionadas por cada mil pasajeros, mientras que el año anterior eran 8,99 maletas...del total de piezas que provocaron quejas de los pasajeros, el 82,2% eran retrasos, el 12,9% equipajes dañados y el 4,2% robados o perdidos”.
Para finalizar con la información de dicho artículo remarco ésta frase; “se ha hecho un gran esfuerzo en los últimos años para mejorar la gestión de las maletas a través de la inversión y la innovación” comentario dicho por un tal Francesco Violante, director de SITA.
Pues bien, a mi me gustaría decirle a éste señor que creo que ni aeropuertos ni compañías aéreas no tienen muy claro lo que puede representar para cada una de éstas 26 millones de personas que sus equipajes se pierdan, sean robados, retrasados o dañados exactamente, porqué si lo fueran, no estarían tan “hondamente satisfechos”. O eso, o sencillamente los responsables de solucionar el problema creen que esos 26 millones de personas lo único que llevan en sus equipajes cuando viajan es el bronceador y unos calzoncillos sucios y que tampoco hay para tanto.
Tengo un trabajo que hace que tome aviones prácticamente cada, lo que conlleva que los últimos dos años haya estado más en aviones que en tierra firme, que lleve mi vida en el equipaje y que, en muchos casos, de que éstos lleguen a tiempo y en condiciones dependa la buena realización de mi trabajo y en consecuencia mi retribución y mi formalidad como profesional. En éste tiempo me he encontrado con todo. Por ejemplo, una vez, cuando aún iba con maletas blandas me rompieron un frasco de perfume sobre una cantidad importante de vestuario que lo dejó todo absolutamente inservible y que hizo que el precio del viaje se multiplicara por mil automáticamente (solo el frasco de perfume roto ya valía más que el billete de avión) , evidentemente a partir de entonces “siempre” viajo con maletas duras. Pero también pérdidas de equipaje que me ha supuesto llegar tarde y histérica a mi puesto de trabajo por intentar recuperar mis propiedades o llenar todos los papeles necesarios para la reclamación correspondiente después de un calvario por múltiples ventanillas, necesidad de comprar todo el material perdido y después tener que cargar con el doble de equipaje porqué al final se recupera lo antiguo...eso sí, al coger otro avión, aunque sea con la misma compañía que te provocó la pérdida, el equipaje extra te lo cobran religiosamente, claro...etc, etc, etc. Con eso, solo quería llegar a ésta última frase del artículo: “esa mejor gestión ahorró más de 1.600 millones de dólares a la industria aérea en un periodo de cinco años”. Voilà! señores. Su “honda satisfacción” no es por haber conseguido un mejor servicio, tranquilidad y seguridad para sus clientes, es por haberse ahorrado una pasta por las reclamaciones. Por eso me gustaría pedir a los que me puedan leer de éstos 26 millones de personas que cuando se encuentren con alguno de éstos problemas en sus viajes, no se corten, aunque les pueda parecer pesado o engorroso, por favor, reclamen, y no solo sus enseres, también su tiempo y su derecho a que no le tomen el pelo. Yo al principio también pensaba que no valía la pena perder el tiempo en reclamaciones inútiles, pero descubrí www.perdidadeequipaje.com, unos profesionales que siempre están ahí cuando los necesito, sin gastos superfluos, ni pérdidas de tiempo innecesarias... Quizá les pueda parecer un acto de menor importancia, pero si lo hacemos 26 millones de personas con un poco de suerte el año que viene alguien se preocupará de verdad de trabajar “más rápido” en la mejora de las “soluciones tecnológicas”. Reclama tus derechos como pasajero!